miércoles, 5 de agosto de 2009

Me gusta jugar a las tabas. Y al monopoly, pero sólo cuando soy la banca. Me encanta jugar a las canicas, siempre gano. El juego de la oca es una idiotez. Aunque menos que las damas, el cubo de rubbik, y todas esas tonterías de los países del este. Las adivinanzas no son lo mío. Los dados las cartas y la rayuela... están bien. El corre que te pillo tiene un pase, pero eso es todo. Pero hay un juego al que jamás hay que jugar. He dicho JA-MÁS.Aunque os lo proponga vuestro mejor amigo.

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